No, de madrugada no nos pusimos a recoger aceitunas. Sobre las nueve y media de la mañana comenzó la jornada en el campo. Este año la cosecha ha sido más o menos la mitad que el año pasado. Más tiempo para otros asuntos.
Claro que por pocas que hubiere, había que poner las redes, varear, limpiar, recoger y dar un repaso a las caidas fuera de la red.
A las once no hubo más remedio que hacer un alto en el camino para reponer fuerzas.
Una sentadita frente al almuerzo:
Cocas de distinas clases
Ensalada con tomates de la huerta
Choricito picantoso
Panceta y...naturalmente
Olivas, (nota: estas olivas no son de las que estábamos cogiendo, ya estaba hechas de antemano), por si acaso.
Y, como se puede ver, dimos buena cuenta de todo.
El trabajo en el campo abre el apetito, más que el baño. Lo que yo diga.
Otra nota: ( En casa de Luismi y Asun estas dos premisas siempre se cumplen, haga frío o calor en esta casa los invitados, aunque seamos en ocasiones jornaleros, siempre son los primeros.)
Uno que si cogemos todos los olivos Luismi se aburre al día siguiente
Y dos porque teníamos algo muy importante que celebrar
EL 55 CUMPLEAÑOS DE LUISMI
Y esto, claro está, requiría su tiempo
Una tarta de Santiago traída de allí mismo y
no podía faltar otra tarta que conmemorara el estar en primera división el equipo de nuestra ciudad y del que Luismi es un seguidor...de los buenos.
Última nota: FELICIDADES HERMANO, EL AÑO QUE VIENE MÁS
