Para despedir la faena a la que he estado sometido estos días: Procesiones, monas, cumpleaños, comuniones, atención a la familia, fotos, montaje, realización, poses (mal las mías),...etc, etc...
Y...reventado de tanto trajín, LA BANQUETA, que es lo que Ana señala, fue mi acomodo para el descanso.
NOTA: la banqueta tiene sus años, más de 30 y las vuelta que habrá dado por casa, los culos que se han sentado en ella, los pies para el reposo y como ayuda para las alturas. ¡UNA JOYA!
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